20 abr 2025

Episodio 356: Alerta roja en el gran hospital

 
Título original: Blue Monkey (1987)
Director: William Fruet
Intérpretes:
Steve Railsback................Det. Jim Bishop
Gwynyth Walsh................Dra. Rachel Carson
Don Lake..........................Elliot Jacobs

Alerta Roja en el gran hospital, en su original Blue Monkey y también conocida como Insect, no sólo es una película con varios títulos que no tienen nada que ver entre sí. También es una película bastante entretenida y con un buen hacer.
Y es que cuántas películas de corte similar habremos visto que acaban cayendo en una trama y una ejecución de vergüenza ajena, ¿verdad? Ésta que nos ocupa, sin ser un películón, creo que es un producto bastante disfrutable.

Un hombre se pincha con una variedad de planta traída de una isla volcánica y enseguida colapsa y es llevado al hospital. De él sale entonces una especie de larva de su boca y, al no saber lo que es, la guardan para su estudio. Pero no sólo eso, sino que las personas que han estado en contacto con el hombre empiezan a sufrir los mismos síntomas, por lo que el hospital es puesto en cuarentena. El detective Bishop se encuentra allí, ya que han herido a su compañero. Él y la doctora Carson se encargarán de averiguar qué está pasando, ya que la larva ha eclosionado y de él ha salido un extraño insecto que, por supuesto, escapa. Para ello pedirán ayuda a Elliot Jacobs, un entomólogo de renombre que con sólo ver a un insecto te saca todo su patrón de comportamientos.

Si bebes no conduzcas

Dirige William Fruet, del que ya hablamos brevemente en Mordisco mortal.

A Steve Railsback lo vimos en Fuerza Vital o en La bestia bajo el asfalto 2. Por cierto que el actor llegó a declarar que se avergonzaba de su participación en esta película.

El actor que se enfunda el traje del insecto gigante estaba especializado en actuaciones así, ya que lo vimos hacer de momia en Historias de la Cripta o del zombie del hacha en El terror llama a su puerta.

La película fue concebida tras el éxito de Aliens. Y a ver, no estamos ante una mala película, pero querer compararla con Aliens es como querer comparar un Mercedes con un 600. Y eso mismo debieron pensar los críticos, que en su día la zurraron sin piedad, salvando un poco la dirección de Fruet.

Hablando del título original, se supone que viene como una especie de metáfora de una pesadilla que tiene uno de los niños que aparece en la película. Por cierto que al principio se iba a llamar Green Monkey, pero al final lo cambiaron porque había una teoría conspiranoica que decía que los green monkeys (unos monos africanos) eran los responsables de la propagación del SIDA entre los humanos.

Resumiendo: no os vais a encontrar con Aliens ni con Alien, pero, al menos para mí, es un producto entretenido que te hace pasar un buen rato frente a la pantalla.



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