30 may 2025

Episodio 364: La bestia debe morir



Título original: The beast must die (1974)
Director: Paul Annett
Intérpretes:
Calvin Lockhart...............Tom Newcliffe
Peter Cushing...................Dr. Christopher Lundgren
Michael Gambon..............Jan

Hombres lobo y una especie de Cluedo caracterizan a esta película, en la que, a modo de juego, te propondrán averiguar quién de todos es el hombre lobo.
Pero también debo adelantar que hasta ahí llega el juego, y más tarde explicaré por qué lo considero así.

Tom Newcliffe es un hombre rico que parece que no sabe qué hacer con su dinero. Su nueva excentricidad es llevar a un grupo de invitados a su casa de campo, convencido de que uno de ellos es un hombre lobo y quiere descubrir quién es para darle caza. Para ello ha montado un extenso sistema de cámaras y micrófonos por todo el terreno y la propia casa. ¿Pero quién será el hombre lobo, si es que hay uno entre todos?

Soy el Shaft mata hombreslobo

Dirige Paul Annet, un director más centrado en la televisión y que tiene a ésta como una de las pocas cintas que dirigió para la gran pantalla.

Del elenco protagonista destaca, por supuesto, Peter Cushing, un veterano del cine de terror de la Hammer y la Amicus, productora ésta a la que pertenece este film, destacando además que me parece uno de sus más flojos productos.

Durante la película asistimos al llamado "Werewolf break", en el que te retan a que descubras quién es el hombre lobo para, antes de la resolución, recapitular acerca de los sospechosos y darte unos segundos de tiempo para que tomes tu decisión. Este "break", por cierto, fue odiado por su director, que no le veía ningún sentido, y culpaba a los directores de su añadidura.

La explicación a lo que comentaba antes sobre que hasta ahí llega el juego viene a que, en mi parecer, la resolución por parte del espectador viene a ser un juego de azar, ya que en ningún momento van dejando pistas sobre la identidad del lobo ni tampoco una explicación de por qué es así. Lo que prometía ser un buen y novedoso ejercicio cinematográfico, acaba en nada.

A pesar de no ser un mal producto, no deja de ser (para mí) una producción de Amicus bastante deficitaria, tratando de ser un ejercicio de lo Diez negritos pero quedándose a mitad de camino. Encima esa horrorosa música funky que la acompaña no lo pone mejor. Sinceramente, me quedo con sus maravillosas antologías.



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