Título original: Near Dark (1987)
Director: Kathryn Bigelow
Intérpretes:
Adrian Pasdar.....................Caleb Colton
Lance Henriksen.................Jesse Hooker
Bill Paxton..........................Severen
Reconozco que la primera vez que vi esta película de chaval no me llamó nada la atención. Es más, creo que ni la terminé de ver. Recuerdo que un vecino me prestó el VHS y se lo devolví con la película a medias.
Me pareció una película barata, cutre y que pasaba sin pena ni gloria. Y qué equivocado que estaba, claro que sí, porque no sólo es una película muy querida por el público y con una larga ristra de seguidores detrás, sino que es un valiente ejercicio de cine vampírico con un toque original.
Caleb es un paleto ligón de pueblo que una noche conoce a Mae, una chica con la que pasa la noche y que le dejará un regalo. Poco antes del amanecer, ella le muerde, convirtiéndolo en un vampiro. A partir de ahora tendrá que viajar con Mae y su pandilla, liderada por el despiadado Jesse y sus no menos despiadados amigos. Para sobrevivir, tendrá que beber sangre, y para beber sangre, tendrá que matar, algo a lo que Caleb no parece muy dispuesto. Pero si quiere encajar en su nueva vida, tendrá que hacerlo.
Ya es otoño en el Corte Inglés
Dirige Kathryn Bigelow, directora ganadora de 2 Óscar por En tierra hostil y directora de otra películas de culto como Le llaman Bodhi.
En el reparto principal tenemos bastantes caras conocidas: Adrian Pasdar, el Nathan Petrelli de Hérores; Lance Henriksen, actor fetiche de James Cameron con el que participó en varias películas o el protagonista de Pacto de sangre; El tristemente fallecido Bill Paxton, otro actor fetiche de James Cameron y con el que ha participado en casi todas sus películas; Y también Jenette Goldstein, una actriz fetiche de, ¿adivinas? James Cameron, sí.
Como decía, la película es muy recomendable y cuando la vi entera me acabé arrepintiendo de no haberla visto entera, aunque todo sea dicho, ése truco final que se sacan de la manga para salvar a Caleb es bastante irrisorio.
Imagino que a estas alturas todo buen fan del terror la habrá visto, pero si no lo has hecho, no seas como yo: échale un ojo.
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