Título original: Manhattan Baby (1982)
Director: Lucio Fulci
Intérpretes:
Christopher Conelly...............George Hacker
Laura Lenzi............................Emily Hacker
Brigitta Boccoli......................Susie Hacker
De Italia y con ambientación americana nos llegó este film de Lucio Fulci.
Una de cal y una de arena, se suele decir, y es que tras las espléndidas Aquella casa al lado del cementerio y El destripador de Nueva York, llegó este film que, todo sea dicho, es bastante infumable.
Y es que es tal el sinsentido y batiburrillo de escenas que uno no puede más que conjeturar lo que podría ser el argumento.
El profesor Hacker se encuentra con su mujer y su hija en Egipto estudiando una tumba. Al abrirla, unos rayos láser (sic) le provocan una ceguera temporal, pero su hija parece afectada por una maldición unida a un colgante que una anciana le da en un bazar. Ya de vuelta en los EE.UU, cosas extrañas empiezan a pasar en la casa donde viven y sobre todo alrededor de la hija. Deberán buscar ayuda especializada para poder terminar con esa situación.
Kal-El, yo soy tu padre
Como ya he comentado, dirige Fulci, del que poco más diré, pues ya hablé en su día.
Me gustaría centrarme más en qué estaban fumando a la hora de escribir la película, de hacerla, de montarla y de todo. O eso, o estaban con 43º de fiebre y con delirios. La película es un sinsentido completo, mezclando imágenes afectadas por unos zoom brutales y típicos del cine italiano de la época con una estridencia sonora que te quedas preguntando que a qué/de dónde viene eso.
La música tampoco se queda atrás, metiéndote porque sí canciones que parecen sacadas de Castlevania en escenas donde se supone que deberías estar pasando miedo.
Y miedo quizás podrías pasar si no fueras porque tu cabeza está más pendiente de procesar lo que ha visto que de acojonarse: muertos emparedados que gritan y se mueven, escorpiones asesinos, pájaros disecados volviendo a la vida y volando con cables visibles, rayos láser, niños que brillan, padres a los que les importa tres cojones que su hija esté convulsionando con sangre por la boca... Todo esto y mucho más, en nuestro próximo capítulo de "¿Qué coño estoy viendo?".
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