Título original: Die säge dies todes (1981)
Director: Jess Franco
Intérpretes:
Olivia Pascal.....................Ángela
Christoph Moosbrugger....Álvaro
Nadja Gerganoff...............Manuela
Antes de que nadie se escandalice y empiece a echar pestes antes de leer el artículo (es lo que tiene la cultura "woke") quiero aclarar que en la película ninguna persona es violada. Incluso si me apuras, diría que ni siquiera son colegialas, ya que son estudiantes de un curso de idiomas. Vamos, que título más engañoso no puede existir.
Nos encontramos esta semana ante un despropósito (otro más) de nuestro querido y patrio Jess Franco, en una película de coproducción hispano-alemana, intentando subirse al carro de películas de adolescentes cabañiles del tipo Viernes 13. Aquí lo único es que se cambian las cabañas por bungalows privados para las estudiantes (madre mía lo que debe costar el dichoso curso).
Lo dicho: un grupo de estudiantes de idiomas conviven en un entorno paradisíaco con bungalows, piscina, zonas deportivas, discotecas... Y todo eso a cambio de escuchar un curso de inglés de Vaughan. El curso ha sido puesto a disposición por la Condesa González, cuya sobrina Manuela se encarga de llevarlo todo. Además Manuela acaba de sacar del manicomio a su hermano Miguel, que asesinó a una chica unos años antes. Y lo que tiene que pasar, pasa: las estudiantes empiezan a ser asesinadas por una figura misteriosa.
Depilación de cejas extrema
Como mencioné antes, dirige nuestro querido Jess Franco, experto en hacer películas de terror con mucho erotismo. En su haber cuenta con más de 200 películas dirigidas, ahí es poco.
Sin embargo la dirección no era su fuerte, como se puede comprobar al ver cualquiera de sus películas. Los absurdos se suceden uno tras otros y la frase "¿En serio?" pierde sentido de tantas veces que la repites.
Gracia me hace de la película el ver todos los carteles en inglés y luego los coches con matrícula de Alicante, aunque creo recordar que en una parte sí que dicen estar allí, así que no sé a qué viene lo del idioma en los carteles.
A destacar también la horrorosa musiquita pseudo romántica que suena cada dos por tres sin importar el tipo de escena que sea.
En fin, que sin enrollarme más diré que la película se deja ver, aunque puedes pasar tranquilamente sin verla o sin siquiera saber de ella.
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