15 ene 2025

Episodio 339: La revolución de las ratas

 
Título original: Willard (1971)
Director: Daniel Mann
Intérpretes:
Bruce Davison...........Willard Stiles
Ernest Borgnine.........Mr. Martin
Sondra Locke.............Joan Simms

Película no apta para los que padezcan musofobia, ya que por aquí veremos a más de un adorable roedor (en cantidad, no en variedad).
Y es que si tenemos películas con roedores gigantes, como El alimento de los Dioses, aquí han preferido más el dicho de "la unión hace la fuerza" o "El tamaño no es lo que importa".

Willard es un joven tímido e introvertido cuya vida no es, digamos, un camino de rosas: su padre murió y vive solo con su madre (bastante manipuladora) en una casa enorme que es lo único que él aprecia. Para colmo trabaja en una oficina con un jefe al que no le cae bien y que encima está deseando quedarse con su casa para construir apartamentos. Todo cambia un día en el que se apiada de unas ratas de su jardín y las empieza a alimentar y amaestrar. Con el tiempo comprobará que le obedecen y entonces ya no se dejará pisotear por los demás.

¿Habéis oído esa historia con Rob Lowe?

Dirige Daniel Mann, con una filmografía bastante extensa pero que la que mejor conozco es Flint, agente secreto.

Protagoniza Bruce Davison, que ha participado en todo lo participable, que hizo de cabeza de familia en la serie Harry y los Henderson y al que pudimos ver también como Senador Kelly en la saga de X-Men.
Le acompaña Ernest Borgnine en el papel de su odioso jefe, actor clásico al que hemos visto en otras películas de terror como Bendición Mortal, también en 1997: Rescate en Nueva York, en toda la saga de Doce del patíbulo y en la estupenda Grupo salvaje. Como interés amoroso de Willard está Sondra Locke, a la que hemos podido ver infinidad de veces acompañando a Clint Eastwood.

La película es una adaptación de la novela Ratman's Notebooks, del autor Stephen Gilbert, aunque no contó con él para el guion.

Un año más tarde se estrenó una secuela llamada Ben, como la rata que... bueno, ya sabéis, para el que no la haya visto prefiero no decir nada. También se hizo un remake en el 2003 protagonizado por el siempre excéntrico Crispin Glover en el papel de Willard.

Como suele ocurrir con la mayoría del cine de terror, la crítica se dividió entre los que pensaban que era un buen ejercicio y entre los que declaraban que no aportaba nada al cine ni a la vida de la gente. Si queréis mi opinión, la película es bastante disfrutable. Si tuviera que ponerle un "pero" sería a su final, de ésos tan acelerados que en un momento estás justo antes del climax y menos de un minuto después estás leyendo los títulos de crédito.



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