Episodio 76: Especial Posesión Infernal

A estas alturas pocos serán los que no hayan oído hablar de Posesión Infernal (The Evil Dead en Estados Unidos, Diabólico en  Argentina o Uruguay, El despertar del diablo en México o Muerte diabólica en Perú) o de su protagonista: Ashley "Ash" Williams. Como dato curioso, Raimi en un principio quería que la película se llamara El libro de los muertos, pero uno de sus productores le recomendó cambiarlo a Posesión infernal, no fuera a ser que alguien pensara que era una película sobre literatura y además sonaba aburrido. Este productor no era otro sino Irving Shapiro, responsable de haber distribuido esa joya que es La noche de los muertos vivientes.


Se podría decir que esta película es la referencia de toda buena película de terror que transcurra en una cabaña en el bosque. Si hoy día a los más jóvenes les pueden venir muchas películas de temática similar, en los años 80 era sólo Posesión Infernal (bueno, y su secuela). Pero lo que muchas mentes jóvenes no saben, es que toda película que transcurre en una cabaña situada en un bosque, tiene algún guiño a esta película. Es imposible rodar algo así sin intentar rendir homenaje a esta película de culto por méritos propios, y es que no se pudo hacer más con menos dinero, demostrando que las ganas de pasárselo bien y de hacer algo bueno, suple la carencia del dinero. Con menos de 400.000 dólares, fueron capaces de recaudar sólo en Estados Unidos cerca de los 2 millones y medio, multiplicando por más de 6 veces el presupuesto inicial. Para que Raimi pudiera terminar su película y adaptarla al formato exigido para su estreno en cine, Bruce Campbell usó su residencia familiar como garantía, por lo que además aparece en la cinta como co-productor.
Aún así, el presupuesto se acabó a mitad de rodaje y el director y los productores se las vieron canutas para conseguir más pasta: racaneando a bancos, pidiendo a amigos y familiares o incluso haciendo telemarketing por la zona con hombres de negocio y consiguiendo así cattering para el equipo o gasolina para los coches.

Un baile con frenesí

Visto así todo parece muy bonito, y el rodaje en un bonito bosque podría parecer algo bucólico, pero en realidad el rodaje sólo puede ser calificado como una auténtica pesadilla. Se rodó en una cabaña real, situada en un bosque en Morristown, Tennessee, aunque la idea inicial era buscar una cabaña en Michigan, pero ante la imposibilidad de encontrar una, se decidieron por Tennessee. Aún así, la más cercana que encontraron estaba llena de okupas, así que al final se tuvieron que decantar por la que usaron, que estaba en unas condiciones deplorables y la tuvieron que arreglar bastante, poniéndole al menos electricidad y un teléfono para emergencias.
 La mayoría de los miembros del rodaje se hospedaban allí y compartían habitación, llegando a vivir prácticamente hacinados. La cabaña no tenía cañerías, así que tuvieron que estar días sin poder bañarse, y debido a las bajas temperaturas y al mal tiempo, muchos de ellos estuvieron enfermos casi todo el tiempo. Para cuando la producción llegaba a su fin, la situación era tan insostenible que tenían que quemar los muebles para poder mantenerse calientes. El frío era tal que la cámara y algunos cables se congelaban, y tenían que llevarlos a la chimenea a descongelarlos junto al fuego.
Los que tuvieron la mala suerte de ser poseídos tuvieron que llevar unas lentillas muy dolorosas de usar, ya que eran gruesas como cristales y les tapaban la mitad del ojo. Tardaban casi 10 minutos en ponérselas y tenían que quitárselas cada 15 minutos para dejar al ojo que respirara. De hecho, en la escena en la que Linda lucha con Ash estando ella poseída, no podía ver nada con las lentillas, así que no sabía dónde estaba Campbell y éste corría el peligro de ser apuñalado de verdad.
Al final del rodaje de la fotografía principal, los actores estaban tan hartos que se marcharon a sus casas para no volver, quedándose sólo Bruce Campbell. Revisando lo ya grabado, se dieron cuenta de que habría que refilmar escenas que tenían fallos, pero como los actores ya no estaban, casi todo lo que se rodó después se tuvo que hacer sólo con Campbell y con dobles ataviados como el resto de personajes. Tampoco había ayudado a la situación a la que se llegó las interminables jornadas de rodaje a las que Sam Raimi los sometía, llegando a veces incluso a lanzarles objetos o cosas peores sin avisarlos. Muchos de ellos no quisieron saber nada más de Raimi o de Posesión infernal.

Durantes los rodajes. muchas veces aparecían por allí cazadores locales, por lo que tenían que parar la producción.

Su puta madre el miedo que pasé con esto de pequeño

Los accidentes en el rodaje no fueron pocos: Bruce Campbell se torció el tobillo con una raíz mientras corría colina abajo. No contentos con eso, Sam Raimi y el productor Rob Tapert, decidieron pincharle con un palito en la herida, provocando que en algunas escenas Ash vaya renqueando. Por si no fuera suficiente, durante una de las escenas un cámara se resbaló y le golpeó a Cambell en la boca con la cámara y le jodió varios dientes; en uno de los primeros días de rodaje, el equipo acabó perdido en el bosque tras rodar la escena del puente.
Betsy Baker, la actriz que interpretaba a Linda, se quedó sin pestañas en una de las veces que se estaba quitando su prótesis facial.
En la escena en la que la mano de Cheryll atraviesa el suelo de la cabina para agarrar a Ash por el cuello, el marionetista que manejaba la mano a ciegas golpeó a Campbell en la cabeza y le hizo un pequeño corte. En la película se puede ver cómo su sangre de verdad gotea por su cabeza.
El hermano de Bruce Campbell también sufrió un accidente mientras buscaban localizaciones. Cayó por una colina y tuvo que ser hospitalizado, aunque por suerte no fue nada grave. La factura médica fue de 15 dólares, que no sabemos si salió del presupuesto o de su bolsillo.
Y para terminar (quizás la anécdota más conocida), en la última escena, el plano se rodó poniendo la cámara sobre un trípode y subiéndolo a una moto. La moto acabó atropellando de verdad a Bruce Campbell y rompiéndole varias costillas.

El maquillaje ni siquiera le cubre toda la piel

Dicho así suena a que todo fueron penurias, pero algo bueno se sacarían haciendo la película, ¿no? De hecho sí: en el guion original los chicos fumaban marihuana mientras escuchaban la cinta que habían encontrado en el sótano, y qué mejor forma de hacerlo creíble que fumando de verdad. Pero claro, no contaron con que quién es el listo que fuma hierba y actúa, así que tras descarriarse un poco y ser incapaces de controlarse, decidieron rodar de nuevo la escena sin incluir nada de hierba.

Volviendo a la cabaña, en realidad no tenía sótano, así que todas esas escenas fueron grabadas en una granja que poseía uno de los propietarios. La habitación del fondo del sótano era en realidad el garaje del director Sam Raimi. Está claro que imaginación al poder.
La cabaña fue destruida al final del rodaje. No se sabe con seguridad si fue un accidente o si fue intencionado, aunque Bruce Campbell mencionó que fue intencionado y que fue idea de Sam Raimi hacerlo. Como curiosidad, los actores decidieron hacer una cápsula del tiempo y enterrarla dentro de la chimenea, que después del incendio, es lo único que quedó intacto (la chimenea, no sabemos si la capsula seguirá allí o no, pero siendo un lugar tan adorado por los fans y conociéndose este dato, es probable que desapareciera hace tiempo).

No cabe duda de que la película es sangrienta como pocas y que no escatimaron en galones de sangre falsa. La idea se la dio Andy Grainger, un amigo de Raimi y de Campbell, que les aconsejó que pasara lo que pasara, que no dejara de correr la sangre, y ellos lo tomaron literalmente.
Tal era la cantidad de sangre que Ash llevaba encima, que después de algunos rodajes diarios lo tenían que llevar a casa subido en la parte de atrás de una furgoneta para no manchar nada. En otra ocasión, su ropa tenía tanta sangre que la pusieron a secar junto a la chimenea y se acabó solidificando y finalmente se hizo añicos cuando Campbell trató de ponérsela de nuevo.
La sangre estaba hecha con una mezcla de sirope, leche en polvo y colorante rojo. En las primeras exhibiciones de la película hubo furgonetas de donaciones de sangre que regalaban entradas para la película junto con unas chapitas que ponían "Yo sangré por Posesión infernal".
En Alemania, para evitar problemas con la censura, estrenaron la película en vídeo a la vez que en cines. Igualmente no pudieron evitar la censura, que duró hasta 2016 (año en que se lanzó la primera versión sin ningún corte), haciendo que la película fuera un top ventas dentro del mercado negro.

Alguien le ha lanzado con un bolígrafo una bolita de papel chupado.

Stephen King ayudó con el impulso de la película. Antes de su estreno le mostraron un pase y quedó entusiasmadísimo, convirtiéndose en una de sus películas favoritas. Tanto es así que su "sello de aprobación" apareció en el cartel, haciendo que todo el mundo quisiera verla. El propio King criticó duramente la censura a la que se sometió a la película en Alemania. En algunos países aún está censurada la escena en la que el bosque "viola" a Cheryll.

De todos es conocida la buena relación que hay entre Sami Raimi, el director, y Bruce Campbell, el actor que hace de Ash. De hecho, en prácticamente todas las películas de Sam Raimi aparece Cambpell, ya sea en un papel principal o en un cameo. Ambos son amigos desde el instituto, donde les gustaba grabar películas caseras. Más tarde se les uniría Ted Raimi (hermano de Sam y que también hace muchos cameos en sus películas). Finalmente decidieron que Bruce sería el más adecuado para actuar, ya que de los tres, era el más atractivo y al que las chicas querrían ver.
Cambpell estuvo muy involucrado en la producción de la cinta. Tanto es así, que mientras no rodaba escenas, ayudaba al resto del equipo a preparar escenas o con los aparejos a utilizar.
Betsy Baker, la actriz que hace de Linda, vio la oferta de trabajo en un anuncio en el periódico para trabajar en una película de terror, pero no se fiaba de los productores, así que el día que quedó con ellos, puso la condición de hacerlo en un restaurante, a la vista de mucha gente. Desconfiadilla la muchacha.
El actor que hacía de Scott, Richard DeManincor, no tenía ni idea del éxito que había sido la película. Es lo que tiene haberse desinvolucrado tan pronto, claro. De hecho, se enteró del éxito cuando vio la cantidad de fans que acudían a las convenciones a hablar de la película. Este actor y Theresa Tilly (Shelly en la película), tuvieron que utilizar varios seudónimos durante el rodaje, ya que pertenecían a al Screen Actors Guild y no querían que los multaran si los pillaban, ya que estaban participando en una película no sindicada. Ambos acabaron apareciendo en los créditos finales con otros nombres.

La pandilla al completo

Finalmente, la película se convirtió en la película de culto que todos conocemos. Yo, la verdad, agradezco bastante la falta de pasta. La película tiene muchos fallos y se ve cutre, pero creo que es parte de su encanto y que no se podría haber conseguido si hubieran tenido disponibles todos los métodos necesarios. Cuando a uno le dan todo, se vuelve vago y descuidado. ¿Habría quedado tan chachi las escenas con la luna si no estuvieran hechas con matte painting? Quién sabe, pero lo que está claro es que a todo amante del terror nos encanta esta película y que no le cambiaríamos ni un solo segundo del metraje.
Hoy en día hay mucha gente que prefiere el remake a la original. Parte de culpa creo que es el no saber apreciar la película original como es debido, con todo lo que tiene detrás y todo lo que costó hacerla, que hace que se valore mucho más. Es como cuando en el cole sacabas un 4 pero al final te aprobaban por el esfuerzo. Eso tenía más mérito que el que sacaba un 7. ¿O no?

Prueba mi guiso, me ha quedado estupendo