Director: George A. Romero
Intérpretes:
Duane Jones..........Ben
Judith O'Dea..........Barbra
Karl Hardman........Harry Cooper
Hoy es el Día del Orgullo Zombie en conmemoración del nacimiento del maestro Romero, así que con este episodio, empezamos un especial:
Se podría decir que esta película marcó un antes y un después en el cine de terror. Antes de esta película, el cine de terror era bastante light, con gente embutida en disfraces malos y con actuaciones más teatrales que otra cosa. Ojo, que no digo que fuera malo, que de hecho existen muchas películas clásicas anteriores, pero realmente uno no llegaba a pasar miedo o inquietarse viéndolas, eran temas que no les tocaba, que les quedaban lejos y que no se mezclaban con su día a día. ¿Hombres lobo? ¿Vampiros? Eso queda muy lejos, en países remotos del centro de Europa... Sin embargo, por muy inverosímil que sea la idea de gente muerta que regresa a la vida, lo que acojonaba es que ocurría en un lugar cualquiera, a gente cualquiera, que podías ser tú o podía ser yo. Era algo más cercano, algo más reconocible, y por tanto te costaba menos imaginarte en una situación así.
También supuso un cambio en el cine de zombies. Antes sólo eran esclavos descerebrados, origen de rituales vudú en Haití y que si mataban era por orden de un ser superior que los dominaba. Pero ahora la cosa había cambiado, ahora, a pesar de seguir siendo unos descerebrados, ya no eran títeres cuyos hilos eran manejados por otro. Tenían autonomía propia y deseo de satisfacer sus instintos más primarios, que no eran sino matar y comer. Se podría decir que aún andaban algo lejos del zombie que mejor conocemos hoy en día, y es que hasta el propio Romero dijo que no pensó en ellos como zombies, sino simplemente como caníbales, como unos ghouls, y de hecho uno de los primeros títulos barajados para la película fue "Night of the flesh eaters (La noche de los devoradores de piel)". Si quieres puedes revisionar la película fijándote en que no se menciona la palabra zombie ni una vez.
Para el que aún no lo sepa, el argumento es el siguiente: Barbra (está bien escrito, ¿eh? es sin 'a') y su hermano Johnny viajan al cementerio a visitar la tumba de su madre. Una vez allí, Johnny empieza a asustar a su hermana viendo que se encuentra inquieta, con la ya famosa frase de "vienen a por ti" o "van a cogerte" ("They're coming to get you, Barbra"). En eso aparece un señor como dando tumbos y Johnny sigue con el cachondeo, hasta que el extraño se abalanza sobre él y en el forcejeo Johnny se golpea la cabeza contra una lápida y muere. Barbra huye del lugar, perseguida por el exetraño personaje, y llega a una granja que parece abandonada. Al poco llega Ben, otra persona que huye de la horda de muertos que están volviendo a la vida y atacando a los muertos. Juntos, y con la ayuda de más gente que encuentran en el sótano de la casa, fortifican la casa para soportar durante la noche el asedio de todos los muertos vivientes que están llegando al lugar.
¡Incluso desnudos tiene la película!
Toda la saga de los Muertos vivientes de Romero está dotada de un alto contenido crítico y quizás sea ésta la que menos tiene de ello. A pesar de que en su día se vieron críticas contra el racismo o contra la guerra de Vietnam entre otros, el propio Romero lo negó todo. Dijo que hizo lo que le apetecía hacer sin buscar ningún mensaje oculto. Lo que sí que se encuentra en la cinta, como en toda buena película de zombies, es el mensaje de "teme más a los vivos que a los muertos". De hecho, la caída y muerte de los personajes es debida sobre todo a no ser capaces de trabajar en equipo y dejar atrás sus diferencias mundanas para hacer frente a un enemigo común, y eso los lleva a su destrucción. Romero, al ser preguntado que por qué hacía cine de zombies, que si no le daba miedo, contestó "¿Miedo? A mí lo que me da miedo son mis vecinos".
Poco se puede decir de Romero que no sea de sobra bien conocido por los amantes del cine de terror en general y del cine de zombies en partícular. Sin él, los zombies de hoy día probablemente no serían lo mismo. Él creo el concepto de zombie moderno y más de 30 años después lo volvió a poner de moda (pero de eso ya se hablará). Quizás (y sin el "quizás") sea conocido sobre todo por sus películas de zombies, de las que se podría decir que ha hecho 2 trilogías (aunque se dice que en realidad lo que quería era hacer 2 Capítulos que consistían en 4 películas cada uno, pero trágicamente murió antes de rodar 2 películas más que le quedaban...), pero también hizo otras películas conocidas, entre las que destacan The crazies, Knightriders, Creepshow o La mitad oscura.
De los actores poco se puede decir, ya que en realidad el bajo presupuesto que tenía la película los obligó a coger a amigos suyos para interpretar los papeles principales. Algo de teatro o algún papelín en películas posteriores sería el resumen de sus curriculums.
En 1990 se realizó un remake de la película, donde el mismo Romero hizo el guión con algún cambio significante, como el de hacer el personaje de Barbara (ahora sí) más independiente y luchador. La dirigió el mago de los efectos especiales y la casquería Tom Savini, colaborador habitual de Romero (aunque precisamente en la película que tratamos no pudo colaborar debido a que estaba destinado como reportero gráfico en Vietnam). A mi parecer, el remake es de una calidad magistral, corrigiendo muchos de los errores de la película original y que estaría, en mi opinión, a su mismo nivel (seguro que muchos ahora estáis rasgando vuestras vestiduras y arañándoos los ojos). Pero claro, la original es la original, ya no sólo técnicamente hablando, sino por lo que supuso. Hoy en día está considerada como una de las mejores películas, no sólo de terror, y la Biblioteca del Congreso de EE.UU. ya tiene su copia a buen recaudo. Además, como me gusta tanto el remake, hoy os dejo el tráiler de ambas versiones. Disfrutad.
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