Director: Wes Craven
Intérpretes:
Matthew Labyorteaux...............Paul
Kristy Swamson........................Sam
Michael Sharrett........................Tom
El mismo año que nos llegó Cortocircuito a la gran pantalla, nos llegó también esta nueva locura de Wes Craven.
Aunque ambas tratan en principo de robots inteligentes, la cinta de Craven da un giro hacia lo que más le gustaba: el terror.
Paul se muda con su madre a una nueva ciudad, ya que le han concedido una beca para estudiar el cerebro humano, ya que él mismo es un cerebrito que ha construido un robot que aprende solo debido a su Inteligencia Artificial. En la casa de al lado vive Sam, una chica maltratada por su padre, hasta que un día éste se pasa de la raya y la deja en estado vegetativo. Programada para ser desconectada, Paul decide insertar en el cerebro de Sam el microprocesador de BB, su robot recientemente destruido por una vecina loca. El experimento tiene éxito, pero quizás la Sam que vuelve es más parecida a BB de lo que a Paul le gustaría, y dado que aprende, ha decidido exterminar a todo aquel que se lo hizo pasar mal en vida.
¡Soy el Dr. Zoidberg!
Como decía, dirige Wes Craven, que no necesita presentación, por supuesto.
A Matthew Labyorteaux pudimos verlo en La casa de la pradera, haciendo el papel de Albert Ingalls. A Kristy Swamson pudimos verla en Flores en el ático, Autopista al infierno y haciendo el papel de Buffy en la película del mismo nombre. Sí, la cazavampiros, para quien no supiera que antes de la serie hubo una película.
Me resulta curioso que los temas que derivan en la trama principal (aunque tratados por encima) no sean temas que hayan cambiado, como pueden ser el maltrato infantil o la Inteligencia Artificial.
Es loable el intento de Swamson de imitar a un robot en todo momento, aunque a veces roza el ridículo caminando por ahí con las manos de pinza. Lo que sí me parece un acierto son los diálogos, me parecen bien escritos y sin caer en el sinsentido en el que suelen caer muchas películas de terror de la época. Realmente parece que estás escuchando hablar a gente de verdad, con sus comentarios y reacciones propias...
La película no es la panacea. De hecho durante casi una hora da más la sensación de estar viendo la típica película adolescente de los 80, con un grupo de amigos haciendo sus cosas. Ya es en la última media hora cuando comienzan las muertes, y de hecho alguna de ellas parece como metida de relleno al acordarse de que estaban haciendo una película de terror. Mención aparte merece la escena de la muerte con la pelota de baloncesto, épica. Y mención aparte también merece, aunque esta vez en la parte negativa, ese robot final que parece hecho con papel maché (tampoco entiendo mucho por qué cuando es robot a veces aparece con el contorno de los ojos de color azul y otras veces no).
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