Título original: Terror train (1980)
Director: Roger Spottiswoode
Intérpretes:
Jamie Lee Curtis.....................Alana
Ben Johnson............................Carna
Hart Bochner...........................Doc
Hace unas semanas hablamos de El autobús del terror, y esta semana toca hablar de El tren del terror.
Un nuevo slasher con bastantes puntos en común con la mayoría (psicópata con máscara buscando venganza por una afrenta), aunque quizás con menos carisma que otro y por eso pasó más desapercibido (aunque es una película bastante conocida). O quizás fue el hecho de no haber tenido secuelas hasta la nausea.
Un grupo de una fraternidad universitaria le gastan una broma pesada a uno de los estudiantes novatos, con consecuencias bastante malas, claro. 3 años después, los mismos universitarios organizan una fiesta de Nochevieja a bordo de un tren, pero un asesino con máscara de Groucho (sic) se cuela en el tren y empieza a acabar con ellos uno a uno.
¿Hacemos un concurso de feos?
Dirige Roger Spottiswoode, debutando con esta película y que luego dirigiría otras tan conocidas como Socios y Sabuesos con Tom Hanks, Air America con Mel Gibson, El mañana nunca muere de James Bond o El 6º día, con Arnold Schwarzenegger.
Jamie Lee Curtis es bastante conocida por aquí, y ya hemos podido verla en otras películas como La noche de Halloween, La niebla o Prom night. Llamadas de terror.
A Ben Johnson pudimos verlo corriendo... no, espera, ése es otro. Éste es un curtido actor de películas, algunas tan conocidas como Grupo Salvaje.
Como curiosidad, podemos ver aquí a un joven David Copperfield haciendo de mago y aprovechando para mostrarnos algunos truquitos antes de que el CGI hiciera que cualquier truco de magia aparecido en una película no se lo creyera nadie.
También como curiosidad, el mismo año en que se estrenó esta película, en España se estrenó una titulada Terror en el tren de medianoche (que reconozco que no he visto, al menos que yo recuerde).
La película en sí no está mal. Ayuda al ambiente claustrofóbico el que casi todo ocurra en los estrechos pasillos de un tren o en diminutos camarotes, aunque es posible que se eche en falta alguna que otra muerte. Y a pesar del doble tirabuzón que se intentan marcar, se les acaban viendo las intenciones... Pero bueno, un producto destacable, eso sí.
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