Título original: Psycho II (1982)
Director: Richard Franklin
Intérpretes:
Anthony Perkins.............Norman Bates
Meg Tilly.........................Mary
Vera Miles.......................Lila Loomis
En los años 50 y 60 no era nada común hacer secuelas de las películas de éxito. Lo normal era que, independientemente del reconocimiento que hubiera tenido una película, la cosa hubiera quedado ahí.
A finales de los 70 y en la década de los 80 fue cuando empezó la explotación de este tipo de prácticas, donde se podían realizar remakes de películas de culto o hacer alguna secuela de una película de décadas atrás (aunque en cantidades irrisorias comparadas con la actualidad). En este caso nos encontramos con una secuela que tardó más de 20 años en llegar.
Tras 22 años de condena, Norman Bates es liberado de prisión y se le devuelve su vida. Consigue un pequeño empleo en una cafetería a la vez que recupera su casa y su Motel. Allí es donde conoce a Mary, una joven que parece tener problemas con su novio y a la que decide acoger en su casa. Pero la locura de Norman parece estar volviendo, pues parece que sigue viendo a su madre en la ventana de la casa y recibe llamadas telefónicas de ella. ¿Volverá a empezar todo de nuevo?
¿Acaso tengo cara de loco?
Dirige Richard Franklin, director del que ya hablamos brevemente en Carretera Mortal.
Anthony Perkins ya era un actor consagrado cuando rodó la primera Psicosis, pero en la década de los 70 su fama empezó a decaer y decidió retomar el papel con el que pasaría a la posteridad.
Repite en la película la actriz Vera Miles, repitiendo a su vez el mismo papel de la primera entrega. A ambos les acompaña una joven Meg Tilly (sí, la hermana de Jennifer), a la que hemos podido ver en multitud de películas, entre ellas otras de terror como el remake de Abel Ferrara de Body Snatchers.
A destacar que en el guion participó Tom Holland, director de Noche de miedo o Muñeco diabólico.
Seguro que la primera impresión que da el escuchar hablar de esta secuela es de repudio inmediato. A fin de cuentas, nadie puede hacer sombra a la obra de Hitchcock. Pero tras las reservas iniciales uno se encuentra con un producto más que disfrutable, con la misma tensión que se pudo encontrar en la cinta original, pero además con la explicitez propia de los 80. Así podrás ver asesinatos bastante detallados y poco sugeridos, con un nivel de "burrada" bastante alto.
Sinceramente, a quien no la haya visto, le recomiendo su visionado.
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