14 dic 2022

Episodio 271: Terror en la morgue


Título original: The boneyard (1991)
Director: James Cummins
Intérpretes:
Ed Nelson....................Jersey Callum
Deborah Rose..............Alley Oates
James Eustermann.......Gordon Mullin

De principios de los 90 es esta película que en mi opinión tiene muchos aciertos pero por desgracia también algún desacierto que pesa más.
Y es que no siempre son válidas las buenas intenciones, hay que tener en cuenta cómo llevarlas a cabo, y la línea que separa lo aceptable de lo bochornoso es muy muy delgada. Aunque repito que ideas buenas tiene la película.

El teniente Callum está investigando la muerte de tres niños, al parecer a manos del dueño de una funeraria. Para ello recluta a Alley, una psíquica con la que ya ha trabajado anteriormente con buenos resultados. Juntos, además de con el ayudante Mullin, van a la morgue para ver si los cadáveres pueden arrojar algo de luz sobre el asunto. Sin embargo, el dueño de la funeraria cuenta una historia que en principio parece de locos: los niños no son niños, sino en realidad unos demonios del folklore chino a los que hay que alimentar con carne humana. Y en realidad tampoco están muertos.

Creo que necesito una ducha

A los mandos se encuentra James Cummins, con una carrera tras las cámaras muy corta y que destacó más en el departamento de maquillaje y efectos especiales de películas como House, Profundidad 6 o Enemigo mío.

En los papeles protagónicos tenemos a actores que han destacado, en el mejor de los casos, en pequeños papeles en series o películas no muy conocidas.

Como decía antes, la película tiene numerosos aciertos: el guion es fresco, así como los diálogos y las situaciones, los pequeños demonios dan bastante grima y el argumento convence. También me gusta lo de mezclar folklore oriental en occidente, ya que por aquel entonces aún era un gran desconocido y daba mucho juego.

Sin embargo, un par de pasos en la dirección contraria hacen que todo zozobre. Para empezar, el ritmo no es el mejor. Tiene que pasar toda una hora para que empiece a animarse la cosa, en una presentación de personajes y trama demasiado larga. Y cuando la cosa empieza a animarse, te das cuenta de que ya casi estás terminando. Otro fallo es que, a pesar de que el maquillaje y las marionetas están muy bien, algunas de ellas rompen la estética de la película y hasta te deja desorientado, porque de repente parece que estás viendo Braindead cuando pensabas que veías algo serio. Y ahí está lo malo, que ellos lo están haciendo con total seriedad, sin intentar ser humorístico. Como diría Jack Slater: grave error.

En fin, pese a estos fallos, culpables de que la película quedara más en el olvido que en el recuerdo de los amantes de terror, debo confesar que cuando acabó la película me dije "pues sí, la he disfrutado".



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