3 may 2021

Episodio 195: El cementerio indio


Título original: Scalps (1983)
Director: Fred Olen Ray
Intérpretes:
Jo Ann Robinson..................D.J.
Richard Hench......................Randy
Roger Maycock.....................Kershaw

Os pido perdón por adelantado, pero lo que esta semana os traigo es posible que sea la bazofia más grande que haya pasado jamás por esta página.
Con más pinta de un proyecto de fin de carrera que de una película (ni de serie Z), está claro que sea lo que sea lo que rondara por la cabeza de cualquiera de los involucrados les quedó demasiado grande a todos, y es que son tantos los fallos que tiene, que es imposible centrarse en lo que uno está viendo.

Un profesor universitario va a marchar con unos cuantos de sus alumnos a hacer unas excavaciones en territorio indio, pero por unas pequeñeces legales, tiene que quedarse y los alumnos van solos a la espera de que el profesor pueda reunirse con ellos. A pesar de las advertencias que les dan poco antes de llegar, los muy estúpidos tienen que ir a la zona que les han dicho que no vayan, y claro, pasa lo que pasa. Un espíritu indio o algo así, toma posesión de uno de ellos para realizar su venganza por profanar un lugar sagrado.

Algún día todo lo que ves será tuyo

El responsable de toda esta bazofi.... digooo... puta mierda, no es otro que Fred Olen Ray, ya que de él es tanto el guion como la dirección. Con una carrera con más de 150 títulos dirigidos, dice poco en su favor el que sólo unas pocas de esas películas (con los dedos de una mano) superen un 5 en su puntuación en IMDB.

De las actuaciones se puede decir lo mismo, ya que son tan absurdas que parece mentira que pase lo que está pasando. Da igual que le acaben de volar la cabeza a uno de tus amigos, yo pongo cara de fastidio y ya está.

Fallos tan gordos como personajes que no tienen sentido (¿qué coño pinta ese cabeza de león con el tic en el labio?), escenas en las que en un plano es de noche y en el siguiente de día con un filtro (eso no llega ni a noche americana) y luego de noche otra vez, o cambios en el vestuario de un plano a otro, hacen que no pares de echarte la mano a la cabeza. Y hablando de vestuario: el grupo va a una excavación y se llevan un modelito para cada día. No importa que acaben de matar a uno de sus compañeros, al día siguiente estarán del humor suficiente como para cambiarse de ropa.

Pero quizás lo más detestable de todo sea la música. Y es que es un agudo continuo que hará aullar a los perros del barrio. Para colmo, es una música de las que suena constantemente y nada más, es decir, la película es prácticamente una sucesión de escenas con música y sin más sonido. No sé a vosotros, pero a mí me sacaba de mis casillas.

En fin, que no merece la pena seguir hablando de esto que no tiene mérito ni para llamarse película. Hasta la semana que viene.



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