Título original: Sorority babes in the slimeball Bowl-o-rama (1988)
Director: David DeCoteau
Intérpretes:
Andras Jones........................Calvin
Linnea Quigley.....................Spider
Robil Stille...........................Babs
Aunque no lo pueda parecer por el título, os aseguro que esta semana no he traído ninguna película porno ni erótica.
El título puede engañar, aunque sólo en la temática, ya que en el contenido es lo que anuncia. Y sí, estamos ante una cinta de terror (bueno, tan terror como podrían ser los Critters o los Ghoulies), mezclada además con dosis de todo lo que se puede esperar de una película de fraternidades (desnudos, hermandades, iniciaciones y algunas cosas más)
Calvin, Jimmie y Keith son 3 universitarios nerds que una noche se enteran de que en la fraternidad de Tri-Delta van a hacer una iniciación a dos chicas, así que deciden ir allí a espiar. Por desgracia para ellos son pillados, así que para no llamar a la policía les ponen la condición de que tienen que ir a la bolera del centro comercial y robar uno de los trofeos. Las miembros de Tri-Delta sólo quieren asustarlos a todos, incluída Spider, una chica a la que sorprenden allí robando, pero no contaban con lo que iba a pasar. Al robar el trofeo, éste se cae al suelo y se abre, liberando a un pequeño demonio que les concede unos deseos. Pero lo que al principio parecía algo maravilloso, pronto se convertirá en algo terrorífico.
Un murciélago sin pelo
A los mandos de esta película está David DeCoteau, del que ya hablamos en Creepozoides, repitiendo además con Lenna Quigley, actriz muy conocida por aquí y de la que hemos hablado en numerosas películas.
A Andras Jones pudimos verlo en Pesadilla en Elm Street 4, quizás la película más conocida de su filmografía.
Robin Stille, la jefa de la fraternidad, tuvo papeles variados y flojos durante su corta carrera. Lamentablemente, el alcoholismo la llevó a suicidarse unos pocos años después de esta película.
De factura técnica la película está muy lograda, así como de ambientación. El guion cojea un poco, y algunas escenas podrían haber estado mejor dirigidas, pero al menos no queda la sensación de película cutre hecha con cuatro perras.
La marioneta que hace de demonio es cutre como pocas, y está más limitada que nuestro acceso al pentágono. Además en español le han puesto una voz bastante irritante.
La película tuvo una especie de spin-off o algo así titulada Chicas de fraternidad en el Maratón de baile (lo juro). También están grabando (se supone) una secuela que verá de nuevo a Linnea Quigley repitiendo el papel de Spider.
Ah, y si alguno espera ver a Linnea Quigley en cueros, ya os adelanto que ésta no es vuestra película.
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