Título original: The Funhouse (1981)
Director: Tobe Hooper
Intérpretes:
Elizabeth Berridge................Amy Harper
Cooper Huckabee.................Buzz Dawson
Largo Woodruff....................Liz Duncan
Esta semana toca de nuevo una película de Tobe Hooper, uno de los maestros de la época, y quizás en una de sus películas menos conocidas (o, al menos, no tan conocidas como muchas otras).
Creo recordar que en alguna ocasión he dicho que muchas veces los directores buscaban llevar el terror a lugares donde el espectador solía tener una sensación de seguridad, y en este caso ha tocado en una feria, porque, ¿quién sospecharía que en una inocente feria se encontrarían escondidos semejantes horrores?
Amy ha quedado con Buzz para una cita, algo que no termina de gustar a sus padres. Ellos no quieren que vaya a la feria, ya que en otra ciudad estuvo esa misma feria hace unos años y hubo unos asesinatos, pero Amy dice a sus padres que irán al cine. Por supuesto es mentira, y acuden a la citada feria junto con otra pareja: Liz y Richie. Allí visitan varias atracciones, hasta que se les ocurre la idea de quedarse a pasar la noche. Para ello se esconden en La casa del terror, la típica atracción del cochecito con muñecotes. Después de hacer alguna cochinada que otra, ven por una rendija cómo uno de los trabajadores (que lleva una máscara de Frankensetein) mata a la pitonisa de la feria después de que le hubiera hecho una cochinada también. Pronto descubren que bajo esa máscara se esconde un ser deforme que los descubrirá y hará del resto de la noche un infierno para ellos.
Estoy buscando a mi familia, los Fratellli
Como decía, al mando está Tobe Hooper, en un trabajo que fue bien recibido por la crítica y que hizo que se le tuviera en cuenta para dirigir la película Poltergeist (ya sabemos la historia posterior).
De hecho en general la película tuvo buena acogida y fue valorada positivamente como un gran ejercicio de suspense, habiendo dejado de lado el salvajismo y gore de La matanza de Texas y dejando claro que Hooper era algo más que eso. Pero claro, para eso también hay que estar preparado, y si uno entra en la película esperando encontrarse eso, se va a encontrar en que lo bueno acaba casi nada más empezar y le resultará raro.
El rostro del asesino fue diseñado por Rick Baker, experto entre expertos, y que gracias a que en el guion sólo había una vaga descripción, pudo tirar de su imaginación a la hora de diseñarla (yo lo único que me pregunto es cómo, con esos ojos tan separados, podía ver algo con la máscara de Frankenstein encima).
En fin, que no me enrollo más. Si no la has visto, hay que hacerlo, un imprescindible de Hooper.
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