4 feb 2019

Episodio 74: La resistencia de los muertos


Título original: Survival ot the dead (2009)
Director: George A. Romero
Intérpretes:
Alan Van Sprang..........Sargento
Keneth Welsh...............Patrick O'Flynn
Richard Fitzpatrick......Seamus Muldoon

Sin volver al tema de si ésta película es el final de la 2ª trilogía o la 2ª del 2ª capítulo, sí que hay que dejar claro que es la última película de zombies de nuestro querido maestro Romero. Como ya dijimos en el anterior episodio, es continuación directa de éste, con una especie de "previously" al principio para hilarlo.

En esta película, un grupo de militares harto de seguir órdenes en un mundo así y de sólo dedicarse a limpiar la tierra de zombies, decide desertar y de hacerse salteadores de caminos. Paralelamente, existe una isla donde ocurre la típica rivalidad entre dos familias: los O'Flynn y los Muldoon. La disputa está entre que una de las familias quiere eliminar a todos los muertos de la isla y los otros los quieren conservar, con la esperanza de que se encuentre una cura o enseñar a los zombies a comer algo que no sean humanos. Finalmente, la fuerza y el número se imponen y los Muldoon consiguen echar de la isla al jefe del clan O'Flynn. En el exilio su camino se cruza con los militares del principio, y todos deciden unir fuerzas para volver a la isla, recuperarla y vivir allí.

Duelo al sol.... o a la luna

Centrándonos sólo en lo que es la película, que vaya por delante que es con diferencia la peor de todas. La historia no terminar de enganchar y no tiene demasiada chicha. En ella Romero no tenía un gran presupuesto, pero si además intentas hacer cosas que necesitan pasta sin tenerla, no va a quedar bien. Uno no puede pintar la Capilla Sixtina con unos plastidecor. Y se nota en esas escenas hechas por ordenador, que canta más que un grillo en una noche de verano. Son tan cutres que hasta se hacen ridículas. Esa muerte en el que le revientan a un zombie la cabeza y la tapa de los sesos le cae sobre el cuello, donde antes estaba la cabeza, es ridícula (como también lo es el plano). O esa otra donde a un zombie le meten un extintor en la boca y aprietan hasta que los ojos le salen volando. Cachisss...

Eso sí, por suerte al final los efectos de toda la vida hacen su aparición, cuando los zombies invaden la isla y empieza la casquería. Y menos mal. De hecho la escena es MUY decente y le perdonas todos los fallos anteriores. Casi diría que sólo por esa escena merece la pena ver la película.

De nuevo aquí vuelve a salir el tema de los zombies que aprenden a hacer cosas. Eso sí, es muy diferente el que manejen un objeto básico o que tengan reminiscencia a su rutina de cuando estaban vivos a algunas cosa que salen. Por ejemplo, un zombie cartero intentando echar cartas en los buzones lo paso. Pero una zombie montando a caballo, no. Para empezar, ¿cómo coño se ha subido ahí? Y luego cabalga bien agarrada a las bridas. Que no, hombre, que no...

Me gustaría decir que esta película es la guinda al pastel y se despidió como bien se merecía, pero por desgracia no llega a ser así. Es una pena, porque es una película que no llega a ser mala, pero tampoco es buena. Y de hecho, es prácticamente desconocida por la mayoría de la gente.

Con esto concluye el especial del Día del orgullo zombie dedicado al maestro Romero. Espero que hayáis disfrutado de él al menos la décima parte que con las películas, para mí eso sería todo un orgullo también.

Y aquí os dejo con el tráiler:


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