20 ene 2020

Episodio 119: Xtro


Título original: Xtro (1982)
Director: Harry Bromley Davenport
Intérpretes:
Philip Sayer...............Sam Phillips
Bernice Stegers.........Rachel Phillips
Simon Nash...............Tony Phillips

No me voy a andar con rodeos: para mí Xtro es un auténtico sinsentido y un truño monumental.


Reconozco que es una película que no vi en su día, pero de la que sí tenía constancia y había escuchado hablar, así que decidí que ya era hora de visionarla. Y joder, ¿qué coño es esto? Bajo una inexistente historia giran una serie de escenas absurdas y que la mayoría no aporta absolutamente nada a la trama. Pero, ¿de qué va?

Un padre de familia desaparece un día bajo una enorme luz en la granja familiar. Varios años después, el padre sigue desaparecido y su hijo tiene constantes pesadillas con lo ocurrido. La madre ya se ha olvidado de su  marido y se cepilla a otro tío. Pero un día viene el padre. O algo así, porque una criatura fecunda a una mujer y de ella, en unos minutos, nace el padre. Éste se va a buscar a su hijo y le hace un chupetón con el que le contagia. También contagian a una chica francesa que vivía con ellos, para que ponga unos huevos (que son los que no aportan nada a la trama). Ah, y también hay un director de pista enano que tampoco aporta nada. Y ya está.

Creo que me he pasado girando el cuello mientras cagaba

Dirige Harry Bromley Davenport, sin nada reseñable en su filmografía, ni siquiera ésta que nos ocupa. Dirigió las 2 secuelas que tuvo.

A Philip Sayer pudimos verlo en El ansia unos pocos años antes de su prematura muerte de cáncer de pulmón. Al resto, las típicas caras que desfinal por series.

Como he comentado, la película tuvo dos secuelas, que manda narices que alguien pensara que esta película era buena como para encima hacer no una, sino dos películas más.

Lo más salvable son los efectos especiales, bastante pasables. Eso sí, se nota que la película bebe mucho de Alien. La plagia, más bien debería decir.

En fin, no me extiendo más porque tampoco hay nada más reseñable que contar. Si quieres verla, libre eres, por supuesto, porque para gustos, los colores.


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