Director: Richard Friedman
Intérpretes:
Patty Mullen...................Judy/Kiki
Michael Rogen...............Mitch Hansen
Ruth Collins...................Tina
De vez en cuando toca hablar de una película de las malas, y hoy es uno de esos días.
Manicomio es una de esas películas de terror a las que intentan meterle humor pero que sale mal y queda todo como el culo, con escenas de auténtica vergüenza ajena que te hacen taparte la cara con la mano.
Mitch es un abogado que le ha conseguido mucho dinero a Judy, con la que se va a fugar y juntos van a empezar una nueva y acaudalada vida. O eso creen, porque tienen un accidente de carretera en el que Judy muere y Mitch queda deformado y desquiciado. Decide refugiarse en un manicomio abandonado donde irá acabando con la vida de todo aquel que se acerque durante 10 años. Kiki, la hija de Judy, se acerca un día con unos amigos hasta el manicomio, donde también coincide con Tina y sus amigas, una banda bastante mala. Allí vivirán todos el peor día de sus vidas.
No me refería a esto cuando te pedí la mano
Dirige Richard Friedman, autor de La máscara de la muerte y poco más destacable, salvo quizás un vídeoclip de Billy Joel.
Tampoco destacan mucho los actores del reparto. A Patty Mullen la pudimos ver (aparte de en la revista Penthouse) en la película de Frank Henenlotter Frankenhooker.
Como decía, la película es un despropósito desde el minuto uno, antes del título incluso. O yo he visto una película con cortes, o no se entiende que tras el accidente estén los dos vivos y más o menos sanos (a Judy le falta una mano, pero bueno), y a la siguiente escena estén los dos muertos y Mitch tenga toda la cara deformada y despellejada.
Por desgracia no te echas ni una risa (a no ser que la veas con un grupo de amigos sin otra cosa que hacer). Muy poco recomendable.
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