Título original: Magic (1978)
Director: Richard Attenborough
Intérpretes:
Anthony Hopkins................Corky
Ann-Margret........................Peggy
Burgess Meredith................Benjamin Greene
Una poca conocida película sobre muñecos y una poco conocida película de Anthony Hopkins, que antes de interpretar a Hannibal Lecter, ya había tonteado con el terror.
Para ser sinceros, es una película muy cuidada en todos los aspectos y en todos los implicados, por eso me parece una pena que sea tan desconocida para la mayoría del público.
Corky es un mago de segunda clase con un éxito no muy grande, pero un día todo cambia cuando introduce en el show a Fats, un muñeco de ventrílocuo con el que ameniza su espectáculo de magia. Su representante, Ben Greene, le consigue un gran empleo en un espacio televisivo, pero a Corky le entra el pánico y decide escaparse al lugar donde pasó su infancia, y donde un amor de su juventud tiene un complejo de cabañas cerca de un lago. Todo parece idílico para Corky, pero Fats parece tener otros planes para ellos dos.
Son como los hermanos Calatrava
Como mencioné antes, no estamos hablando de una producción de serie B, sino una de bastante lujo, tanto delante como detrás de las cámaras.
Al mando de todo está Lord Richard Attenborough, director de películas tan conocidas como Gandhi (con la que ganó 2 Óscar) o Chaplin, y al que como actor recordamos como John Hammond en Parque Jurásico.
El guion es de William Goldman sobre una novela suya, guionista también de otras grandes películas como Dos hombres y un destino. Marathon Man, La princesa prometida, Memorias de un hombre invisible, Misery o Maverick.
A la cabeza del reparto está Anthoy Hopkins, ganador del Óscar por su papel en El silencio de los corderos, y que aquí, para mi gusto, hace también un papel estupendo. Aparte de actuar como un perturbado, también tiene que actuar a la vez que controla un muñeco, que la mayoría de las veces siente unas emociones diferentes a la de su personaje, así que es como interpretar dos papeles al mismo tiempo. Para mí tiene mucho mérito.
A Ann-Margret la hemos podido ver en decenas de papeles, por ejemplo en la divertida Dos viejos gruñones, junto a Jack Lemmon y a Walter Matthau.
El tercero en discordia es Burgess Meredith, que inmortalizó su fama al final de su carrera interpretado a Mickey, el entrenador de Rocky en la película del mismo nombre. También pudimos verlo en la versión original de Furia de Titanes de 1981,
La película usa a Fats también para jugar un poco con el espectador a lo largo de todo el metraje, y no diré más sobre este tema para aquel que no la haya visto. Si me preguntas, la recomiendo. No es una película para pasar a la posteridad, pero si está muy bien hecha, y sólo por eso, merece ser vista, aunque sea una vez.
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