Título original: Trapped alive (1988)
Director: Leszek Burzynski
Intérpretes:
Sullivan Hester.................Robin Adams
Mark Witsken...................Randy Carter
Laura Kalison...................Monica Perry
Serie B, pero B de Bazofia. Bueno, tampoco quiero cebarme con la película. No es mala al punto de ser vomitiva, pero sí deja bastante que desear.
Digamos que la película se enreda ella sola haciendo que todo se condense de tal forma que parezca que todo termina antes de empezar. ¿Raro, no? Pues es así.
Robin y Monica son dos jóvenes que se dirigen a una fiesta por la noche. Randy es un preso que es obligado a fugarse por otros dos presos: Face y Mongo. Por el camino se encuentran con el coche de las chicas y lo secuestran, pero tienen un accidente en la nieve y acaban cayendo a una mina clausurada. Allí pronto se encontrarán con que no están solos, sino que hay algo que los intenta cazar para comérselos.
Hoy me he puesto la lencería sexy de mi abuela
Creo que si juntamos la filmografía del director y de los 3 actores principales, llegaríamos a unas 10 películas. Acojonante.
La cara más conocida del film es la del actor que interpreta al padre de Robin, Cameron Mitchell, al que pudimos ver interpretando a Buck en El Gran Chaparral o en muchas otras películas clásicas.
Lo que más me llama la atención de esta película son los posters engañosos que tiene, con escenas exagerando el erotismo del film o directamente poniendo una imagen que nada tiene que ver (al final del post os la dejo)
La película es un poco sinsentido, con algún personaje por ahí que no sabes qué tiene que ver. Incluso al final, cuando te juntan el puzle, te quedas un poco en plan "¿En serio?".
El monstruo, hasta el final, no sabes si es un monstruo, un mutante, un big foot o qué. Y cuando te lo explican, vuelves a poner cara de "¿En serio?"
Bueno, no pierdo más tiempo con esta reseña, os dejo el póster que prometí y el tráiler.
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