Título original: Flesh eating mothers (1988)
Director: James Avilés Martín
Intérpretes:
Robert Lee Oliver....................Jeff Nathan
Donatella Hecht.......................Linda Douglas
Neal Rosen...............................RInaldi Vivalvo
Una película mala como pegar a una madre, maldigo la hora en la que se me ocurrió verla.
Sin ninguna pretensión más que la de hacerse la simpática intentando calar entre el espectador, esta película acaba fracasando en todo, quedándose al nivel de películas tratadas aquí como La masacre del microondas o La muerte viaja en vídeo, sólo que con una premisa incluso peor.
Un grupo de madres de un barrio de clase media americano se están acostando todas con el mismo hombre. Lo que ni él ni ellas saben, es que el gigoló tiene un virus de transmisión sexual que hace que las mujeres se conviertan en caníbales. Sí, así como suena. Y lo primero que hacen es intentar comerse a sus hijos (algunas lo consiguen). ¿Cómo podrán detenerlas?
Camilo Sesto con la boca grande
Dirige James Avilés Martín, con ese nombre tan español. Lástima que su carrera sea tan poco prolífica que apenas existan datos de su vida, para saber si el tío nació en Matalascañas o no. En su haber tiene esta película como debut, un documental, y otra película en 2011.
Del reparto no se puede decir mucho más, ya que la gran mayoría tienen en su haber esta película y, con suerte, alguna que otra más (una o dos, tampoco hay que abusar).
Y es que con ese aire de proyecto de fin de curso que tiene la película, no me extrañaría que todos fueran coleguillas haciendo un favor al pequeño James.
Las actuaciones son tan malas que rozan lo bizarro, con escenas que uno no sabe cómo tomárselas, ya que por la reacción de los actores (y la música que lo acompaña todo), parece más bien que estemos viendo un sketch de Martes y 13. Por poner un ejemplo: un grupo de hijos supervivientes acaba encontrándose y se cuentan lo ocurrido como si no pasara nada, como si hubieran pillado a sus padres teniendo sexo, a pesar de que uno de ellos incluso ha pillado a su madre devorando a su hermanito bebé.
En una producción que ni llega a serie B, al menos podrían tener más claro en qué ambiente se están moviendo, ya que uno no sabe si está ante un terror mal hecho, o es que intentaron meter humor negro sin saber cómo se hace.
Sé que siempre dejo su visualización a criterio del espectador, pero en este caso, haciendo una excepción, y si se me acepta un consejo, no la veáis.
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