Título original: Return of the living dead 2 (1988)
Director: Ken Wiederhorn
Intérpretes:
Michael Kenworthy...........Jesse
Thor Van Lingen................Billy
Marsha Dietlein..................Lucy
La secuela de El regreso de los muertos vivientes es una digna sucesora de una de las películas de zombies de culto, con permiso del señor Romero. En ésta nueva entrega encontramos más diversión que en la anterior. De hecho, el terror ha sido desplazado hasta casi desaparecer, dejando que el humor campe a sus anchas por el cementerio, con secuencias hilarantes y hasta algo surrealistas.
La primera vez que escuche hablar de esta película fue en un especial de Don Mickey (sí, sí, en una revista infantil de Disney hablaban de una película de terror). Pero claro, como te hablaban de la película con si título en español y no se hacía referencia alguna a que fuera una secuela, yo, por las imágenes, pensaba que era un asqueroso plagio de El regreso de los muertos vivientes. No fue hasta que vi la película y aparecía su título en inglés que supe que no era un plagio sino una continuación.
La película es una sucesión de gags con un hilo conductor, que en este caso es similar al de la primera entrega: Un camión del ejército pierde uno de los famosos contenedores y cae en una tubería. Tres chicos lo encuentran y se pegan el susto de su vida al descubrir lo que hay dentro. Dos de ellos (los macarrillas del cole) deciden volver luego y abrirlo, y al hacerlo se libera un gas que cae encima del cementerio que casualmente siempre hay cerca de la tragedia en este tipo de películas (y que por otra parte es lógico). Además, en el cementerio hay dos ladrones de tumbas que buscan las joyas de los cadáveres y que son alcanzados por el gas, y que son interpretados por... ¡los mismos personajes que se tragan el gas en la primera parte! Punto a favor del director, pues poner a dos actores que mueren a repetir un mismo destino nos hace sonreír melancólicamente.
Remedio infalible para los tapones de cera
Los zombies resultan ser tan mortíferos como divertidos, y su hambre de cerebros no ha desaparecido, por lo que harán cualquier cosa por conseguir degustar alguno (cualquier cosa). Si antes eran prácticamente invencibles, ahora lo siguen siendo, aunque han descubierto una forma de derrotarlos sin causar tantas bajas ciudadanas o desastres materiales.Del guionista y director, nada destacable en su carrera, salvo este film, al que supo sacarle partido sin querer desligarse de su predecesora, aunque para ello haya tenido que repetir algunos chistes o personajes, que lejos de verse como una vulgar copia, se ve más como un sentido y merecido homenaje. De hecho, y siguiendo con la coña, un buen homenaje hubiera sido dedicar la película a los personajes muertos en la primera parte.
De los personajes, destaca sobre todo el personaje del doctor Mandel, interpretado por el veterano Philip Bruns, con unas escenas delirantes y carcajeantes (cuando se encuentra con un amigo muerto o la del presidente de los EE.UU.). Podemos encontrar parodias al género, y creo que sabéis a qué me estoy refiriendo, porque no quiero contarlo para no joder la sorpresa a quien no la haya visto (aunque sólo por eso ya debería contarlo).
A partir de esta entrega, se perdió el humor en la saga, relegándolo a un plano nulo en favor del terror y la franquicia cayó en el olvido, con una serie de continuaciones que no merecen la pena ni ser vistas. Si algo destacaba en las dos primeras partes, es su buen sentido del humor mezclado con esos zombies tan estupendos. Snif.
2 comentarios:
Que grande es esta peli. Tengo que reconocer que la vi antes de ver la primera parte(gracias otra vez camello ;))
Es desternillante y como has dicho el doctor es una juerga (Ey Mike! Mike! que tal? no nos vemos desde hace tiempo, como está tu mujer? Mike a todo esto es un zombi)
Lo que me encanta de esta secuela es que es hace guiños a la primera parte, aparte de los ya mencionados protas los zombis siguen utilizando las radios para que vengan refuerzos y asi poder comer mas jejejeje
Otro "must see" como la copa de un pino
¡Y además los zombies se comen a Mitch Pileggi!
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