Título original: The people under the stairs (1991)
Director: Wes Craven
Intérpretes:
Everett McGill.....................Papá
Ving Rhames.......................Leroy
Brandon Quintin Adams......Loco
Nos salimos de los 80 (aunque por poco) para recuperar, al menos para mí, uno de los clásicos de Wes Craven. Y es que El sótano del miedo quizás no se presente como una película de terror (si nos ceñimos al terror sobrenatural), pero hay que admitir que da miedo. A mí me lo daba por lo menos, ya que la sensación de desasosiego y claustrofobia que crea la película está tan bien conseguida que en ocasiones te sientes como si estuvieras dentro de la propia película.
Pero pasemos a detallar un poco más su argumento para los que llegan tarde: Un chico (al que llaman Loco) de un barrio pobre y con la madre enferma decide acompañar a dos ladrones a robar una casa a la que le tienen echado el ojo y en la que piensan que pueden sacar bastante dinero. Los 3 consiguen entrar, pero lo que no sabían es que en la casa vive un matrimonio de locos que tiene todo lleno de trampas de las que alguno no podrá escapar. Además, en el sótano tienen encerrados a cantidad de niños, a los que hace años que no les ha dado la luz del sol, algunos incluso estando deformes. Al final Loco es el único en quedar del trío original y ayudado por una hija del matrimonio, intentará salir con vida de la casa.
Temporada 1 de American Horror Story... o no...
A los mandos, tanto dirigiendo como escribiendo, está Wes Craven, del que no diré nada nuevo que no se pueda leer en Pesadilla en Elm Street.
De uno de los protas (Everett McGill) también hablé hace poco en Miedo Azul, así que tampoco me repetiré. Sí hablaré un poco más de Ving Rhames, que aunque no sea una cara muy conocida en el mundo del terror, algo ha protagonizado: El remake de Amanecer de los muertos, una especia de remake de El día de los muertos, y el remake de Piraña. Fuera de los remakes y del terror es conocido sobre todo por participar en la saga de Misión: Imposible y sobre todo por el genial personaje de Marcellus Wallace en Pulp Fiction de Tarantino.
De Brandon Adams poco puedo decir. No recuerdo más que haberlo visto, aparte de en esta película, en un par de capítulos de El príncipe de Bel Air y sobre todo de niño bailarín en el vídeoclip de Michael Jackson Smooth Criminal.
Para mí hoy en día sigue siendo una de las películas que más desasosiego me crea. Su atmósfera está muy bien recreada y os aseguro que la sensación que se me queda tras ver la película es de querer salir al aire libre y respirar hondo. Quizás no es de las películas más conocidas de Wes Craven, pero creo que sí merece la pena su visionado. Puede que no haya envejecido todo lo bien que podría, pero bien sabemos que todos los que pululamos por esta página vemos este tipo de películas con otros ojos, ya que no nos quedamos sólo en lo que vemos, sino en todo lo que nos transmite. Es casi como la escena final de Ratatouille, donde te vienen un montón de recuerdos de golpe a la cabeza.
2 comentarios:
La vi por primera vez hace una semana, y como siempre pienso de Wes Craven tiene mejores ideas que talento para ejecutarlas (quitando un par de claras excepciones), aun así este maravilloso cuento de hadas macabro es de las buenas, y sería aun mejor si no se viera lastrado por esa fotografía tan de tv movie que hace que hace que hasta que no entremos en la historia nos sintamos viendo un episodio del club de medianoche o algo por el estilo.
A Wes Craven le pasa como a otros grandes del cine de terror: encadenan un par de pelotazos que se hacen de culto y luego tienen bastante mierda. Pero a veces también tienen pequeñas joyas infravaloradas como ésta, que sin ser la rehostia, se convierte en la favorita de mucha gente.
Publicar un comentario