Título original: The curse (1987)
Director: David Keith
Intérpretes:
Wil Wheaton..................Zack
Claude Akins.................Nathan
Malcolm Danare............Cyrus
Hoy toca otra granja, pero la de hoy no va de caníbales, sino de otra cosa.
Adaptando un relato del maestro del terror H. P. Lovecraft, en este caso El color que cayó del cielo, se aprovecha para situar la acción en la actualidad e intentar darle un toque de terror más cercano para el espectador ocasional.
Una noche un meteorito se estrella en los territorios de una granja de un pequeño pueblo rural. El meteorito va menguando poco a poco, en parte porque su contenido líquido se filtra por la tierra hasta llegar al agua de un pozo de la propiedad, lo que conllevará que todo lo que esté en contacto con ese agua mutará y se pudrirá. Zack es el único que sospecha la verdad, pero nadie le hace caso cuando intenta alertar a los demás. Como consecuencia, la granja quedará maldita y todo y todos los que allí habitan serán devorados por la podredumbre
Calculo unas 213 tortillas
Dirige David Keith, más conocido por su faceta actoral que como director (sólo tiene 3 películas en su haber). Aunque en esta película está bastante correcto, algunas escenas rayan lo cómico y por lo tanto, lo absurdo, cargándose el ambiente de golpe y porrazo.
A la cabeza del reparto está Wil Wheaton, conocido principalmente por sus papeles en Cuenta Conmigo un año antes y por el papel de Wesley Crusher en Star Trek: La nueva generación (aunque también se le puede destacar en Operación: Soldados de Juguete). Ahora ha vuelto un poco al candelero gracias a su papel en The Big Bang Theory, donde se represente a si mismo.
Le acompaña Claude Akins, veterano actor curtido en una carrera que abarcó 5 décadas en las que interpretó más de 200 papeles entre películas y series.
La adaptación del relato de Lovecraft se toma algunas libertades, como no podía ocurrir de otra forma en una película que transcurre en la época contemporánea, pero creo que se pueden permitir (al menos en mi caso no son algo que me fastidien en demasía).
En cuanto a factura técnica, se nota que barajaban un presupuesto mayor que el de la mayoría de películas de terror de la época, aunque no por ello se convirtió en una película de culto o muy conocida como sí le ocurrió a otras. Sus efectos están bastante bien conseguidos, aunque algunas escenas, como la del meteorito estrellándose, parecen des saldo del mercadillo de los fines de semana.
En 2019 se hizo una nueva película tocando el tema, que, aunque también ocurre en la actualidad, no es remake de ésta, sino una nueva adaptación del relato de Lovecraft, esta vez protagonizado por Nicolas Cage.
En conclusión: si sacas algo de tiempo, échale un ojo.
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