Episodio 258: Pasaje para un coche fúnebre

Título original: The Hearse (1980)

Director: George Bowers

Intérpretes:

Trish Van Devere.............Jane Hardy

Jospeh Cotten..................Walter Prichard

David Gautreaux.............Tom Sullivan

Pasaje para un coche fúnebre es una de esas películas que podría tenerlo todo para ser algo interesante pero que acaba revelándose como un auténtico bodrio.

Con un arranque medianamente prometedor, la película se va deshinchando a medida que pasa el tiempo, sin darte explicaciones prácticamente de nada y con tramas que no llevan a nada y se abandonan a mitad de camino.

Jane es una profesora de San Francisco recientemente divorciada y que ha perdido también a su madre hace pocos meses. La madre le deja en herencia la antigua casa de su tía (la de Jane), así que decide viajar hasta allí para pasar sus vacaciones de verano. Pero a la llegada al pueblo nota hostilidad por parte de casi todos los vecinos, enterándose de que la casa tiene fama de encantada debido a que su tía, al parecer, coqueteaba con el diablo y la brujería.

¡El casting de El Resplandor es en el plató de al lado!

Dirige George Bowen, más conocido en la industria por su papel como editor de película que como director. De su puño son películas las películas My Tutor y Punto de Recreo, con un jovencísimo Johnny Depp en su segundo papel. Y ya.

El papel protagónico recae sobre Trish Van Devere en uno de sus papeles más sosos, con una pinta de vieja de flipar a pesar de contar con tan solo 39 años cuando se hizo la película. A ella la pudimos ver en películas como Al final de la escalera, Fuga sin fin o El día del delfín, todas ellas junto al que fue su marido, George C. Scott. Pero quizás su papel más recordado es el de la película de Carl Reiner ¿Dónde está papá?

Como decía, la película se desinfla a medida que avanza el metraje, no sé si por un editor perezoso, que hace que todo se vuelva más confuso a medida que avanza la película, o quizás por un director cansado de tanta absurdez junta.

Sinceramente, lo que te empiezan vendiendo como una película de casas encantadas acaba siendo un auténtico coñazo de los que deseas que acaben. Yo siempre digo que dentro de las películas malas están las malas divertidas y las malas aburridas. Ésta es de las últimas.