1 feb 2023

Episodio 277: El alimento de los dioses


Título original: The food of the Gods (1976)
Director: Bert I. Gordon
Intérpretes:
Marjoe Gortner...............Morgan
Pamela Franklin..............Lorna
Ralph Meeker..................Bensington

Hoy traemos una adaptación de la pluma del mismísimo H. G. Wells, el creador de La guerra de los mundos o de La máquina del tiempo entre muchos otros, aunque la de hoy es una obra menos conocida del autor.
El tema original, que no está tan candente en la película, era el miedo a la ciencia moderna, a las nuevas tecnologías... Aquí eso cambia, pero ya veremos la diferencias más adelante, primero veamos de qué trata la película.

Morgan decide hacer un viaje a una isla con un par de amigos. Estando allí, uno de ellos es atacado y asesinado por unas avispas gigantes. En su intento por buscar ayuda, Morgan encuentra una granja, y tras un encuentro con unos pollos gigantes, la propietaria le cuenta que tienen un alimento enviado por Dios (que sale de una roca, vamos) y que se lo dan de comer a sus animales. También le habla del miedo que tiene porque cree que unas ratas han comido del alimento. Efectivamente es así, y muy pronto Morgan y un variopinto grupo de personas se verán acorralados por las ratas gigantes que sólo quieren carne para comer.

¿No tendrá un piponazo por ahí?

Dirige Bert Gordon, sin duda haciendo lo que más le gusta: películas de bichos y además gigantes. De él son películas como El imperio de las hormigas o El pueblo de los gigantes.

Protagonizando tenemos a Marjoe Gortner y a Pamela Franklin. Al primero lo recuerdo de Falcon Crest y a Pamela pudimos verla en películas como La leyenda de la mansión del infierno o Los mejores años de Miss Brodie.

Como comentaba antes, existen diferencias entre el libro de Wells y la película. El principal es el modo en el que crecen los animales. Mientras que aquí es por ingerir un alimento que mana de una roca, en la novela son dos científicos que desarrollan una hormona capaz de hacer crecer tanto a animales como a personas. Además la novela es más moralista también, ya que al final uno de los científicos alimenta a varios niños que acaban creciendo y destruyendo ciudades, dejando a la humanidad con la decisión de si acabar con ellos o de aislarlos en algún lugar recóndito donde no tengan acceso a nada.

A la hora de lo importante, que es la credibilidad de ver bichos gigantes en pantalla, la película acierta en muchas escenas pero falla estrepitosamente en otras. La mezcla de animales con maquetas y de marionetas gigantes queda bastante resultona (aunque canta en algunos planos mezclados), pero por ejemplo la escena de las avispas gigantes o de los pollos rozan bastante lo ridículo (sobre todo en lo primero). Aún así la película es bastante disfrutable, y si eres de los que no les gusta los roedores, es posible que lo pases bastante mal.

En 1989 se hizo una secuela titulada Roedores: el alimento de los Dioses 2, donde tratan un poco más el tema de la hormona de crecimiento como se hizo en la novela.

Por cierto, que no sé si a las ratas las matarán de verdad o no, pero desde luego que si no es así, está muy conseguido.

Si te gustan las pelis de bichos, te aseguro que pasarás un buen rato con esta película.



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