Título original: They live (1988)
Director: John Carpenter
Intérpretes:
Roddy Piper..........Nada
Keith David..........Frank
Meg Foster............Holly
A estas alturas, no creo que haya que presentar al maestro Carpenter. Decir que hoy por hoy es uno de los mejores directores de cine de terror y toda una leyenda viva del celuloide no sería hacerle justicia. De su extensa filmografía han salido películas de culto que han revenido en secuelas, remakes y cientos de cosas más, con o sin su sello y que, se quiera o no, se han sabido aprovechar para ganar algo de dinero. De entre ellas caben destacar hits como La noche de Halloween, La Cosa, La niebla, Golpe en la pequeña China, 1997: rescate en Nueva York o El príncipe de las tinieblas entre muchas otras. Quizás ésta que tratamos ahora no sea de las más conocidas. Es más, seguro que mucha gente ni la ha visto, pero si se la cuentas a alguien, es muy posible que haya oído hablar de ella. O, al menos, sentirá una vaga impresión de que le suena.
Están vivos no te arrancará gritos de terror. Tampoco carcajadas. Pero lo que sí que te va a arrancar seguro será una hora y media de diversión. El argumento de la cinta se puede encajar perfectamente en lo que se denomina invasiones silenciosas. Es el siguiente:
Un hombre llega a una ciudad nueva para él, y cerca de la comuna donde tiene alojamiento, encuentra unas extrañas gafas, que al ponérselas descubre que la tierra está plagada de mensajes subliminales para mantener a los humanos controlados y que entre nosotros se esconden extraterrestres con la orden de que nada interfiera en dicho plan.
Yo sólo quiero que me devuelvan mi piel
El autor de todo, como ya he dicho, es el maestro Carpenter, y como es de sobra conocido por todos nosotros me ahorraré dar más detalles para no aburrir al personal. En el reparto podemos encontrar a Roddy Piper. Así dicho seguro que no os suena a nadie. Pero imaginároslo con faldita escocesa, subido en un ring y pegando mamporros a otros como Hulk Hogan, los Sacamantecas o el Hombre del millón de dólares. ¿A que ahora sí? Otro conocido es Keith David, con una extensa carrera y que participó en otro gran film del director: La cosa.
Seguro que más de uno se lo había preguntado en alguna ocasión. Pues la respuesta a la pregunta es que sí, y aquí está la prueba:
Y ahora, y sin más dilaciones, os dejo con el tráiler. Si no habéis visto la película, quizás no quieras que te la joda, así que pasa de ello y vete al videoclub más cercano.
6 comentarios:
Carpenter siempre ha sido un grande, y hasta para haer un entretenimiento como este tiene su gracia.
Ojo al look paleto del prota: toda una declaración de intenciones.
Y es que con esa camisa de cuadros y esas cachotas debajo, parece un cazurro buenazo.
Bueno el tipo está haciendo de white trash así que supongo que se peinaran y vestiran asi :)
La primera parte de la peli es muy buena y además no creo que sea un simple divertimento, el propio Carpenter ha confesado que su pelicula es un feroz ataque a la época Reagan y al conservadurismo en general.
Efectivamente la escena de las gafas en la que el protagonista toma conciencia de lo que está ocurriendo en realidad es la mejor de todas.
La escena de la pelea en cambio ha suscitado más discusiones, a mí me gusta pero también tiene muchisimos detractores incluso entre los partidarios de Carpenter.
Precisamente esa pelea es la que para mí cierra la que yo llamo la primera parte de la pelicula, a partir de ahí la cosa baja en interés, tanto que ni siquiera me acuerdo del final
El divertimento no está reñido con la crítica. Y se puede hacer crítica en un tono serio e incluso aburrido (Buenas noches, buena suerte), o con el tono cachondorro de la presente.
Yo tengo la teoria de que ninguna pelicula sin excepciones se libra de tener alguna ideologia explicita o implicita.
La hay en La noche de Halloween, en La cosa y por supuesto en esta, aunque aquí queda algo más en evidencia. Pero por supusto la prefiero a "Buenas noches y buena suerte con este coñazo de pelicula" :)
Yo ya dije que crítica hay, pero sobre todo, lo que hay es diversión.
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