29 nov 2021

Episodio 222: La bestia bajo el asfalto


Título original: Alligator (1980)
Director: Lewis Teague
Intérpretes:
Robert Forster...................David
Robin Riker.....................Marisa
Michael V. Gazzo............Jefe Clark

Llegamos a los 3 patitos pero sin patos, aunque sí con un caimán enorme.
Una de las leyendas urbanas más conocidas por todos es la de los caimanes en las cloacas, pequeñas mascotas tiradas por el retrete y que acaban viviendo en las alcantarillas hasta alcanzar proporciones enormes. Algunos van más allá y las describen como criaturas ciegas y albinas debido a la falta de la luz solar. Los más conocidos son los de Nueva York, aunque en este caso pasamos a Chicago.

Cuando Marisa era pequeña va de excursión a una pequeña reserva de caimanes. Allí le regalan uno pequeño, pero su padre, harto de él, lo acabo tirando por el váter. En paralelo, una corporación ha estado haciendo experimentos radiactivos con perros y se deshacía de los fallidos arrojándolos en la alcantarilla. 2+2 son 4, y el caimán alcanza unas proporciones descomunales y empieza a devorar a todo aquel que se aventure en sus dominios, aunque pronto se le quedarán pequeños y decidirá expandirlos en la superficie. David es el policía encargado de investigar lo que en principio pensaban que eran unos asesinatos en serie hasta que descubre la verdad. Por suerte, Marisa ha crecido como una experta herpetóloga que le ayudará a acabar con el caimán de su infancia.

Así es como transportan los caimanes a sus crías

A la cabeza está Lewis Teague, al que ya hemos visto por aquí dirigiendo Cujo o Los ojos del gato.

Como cabeza protagonista tenemos a Robert Forster, todo un veterano que nos dejó hace un par de años y que incomprensiblemente sólo fue nominado al Óscar en una ocasión...

La película juega con la idea de sugerir más que mostrar, y por eso el monstruo apenas se ve entero o en detalle hasta la masacre final, algo que ya hizo Spielberg en su día con su Tiburón, pero claro, con notables diferencias. La primera de ellas es que Teague no es Spielberg. La segunda de ellas es que Spielberg supo buscar un lugar que fuera cercano a todos, es decir, una playa. Sinceramente, no creo que la mayoría de los mortales nos movamos mucho por una alcantarilla. Y como remate final, no es lo mismo la indefensión de alguien en el agua, fuera de su elemento, y atacado por un tiburón, que sentirse atacado por un caimán paticorto en mitad de la calle. Como película de terror es un buen intento, pero la sensación que se te queda tras ver Tiburón de "No vuelvo a ir a una playa en mi vida" no se te queda tras ver esta película.

Aún así la película es disfrutable, se devora de una sentada y se agradece ver una criatura bien hecha en pantalla. La película juega a veces con la escala reducida del escenario para dar la sensación de un caimán más grande y la verdad es que resulta efectivo. Y sus raciones de gore están garantizadas.

En 1991 se realizó una secuela sin nadie de la película principal detrás de ella y con Dee Wallace como única cara conocida. No la he visto, así que no opinaré, pero en IMDB le dan un 3.8 de puntuación, lo que no habla muy bien de ella.



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